jueves, 25 de junio de 2009

DECLARACION DE DERECHOS DE GNOMOS Y CRIATURAS DE JARDIN.

1. Todo Gnomo tiene derecho a la vida.

2. Todo Gnomo tiene derecho a hacer su casa en una seta o, en su defecto, en el hueco de un árbol u otro elemento del bosque. Todas las casas de los gnomos tendrán luz y agua corriente. Se considera intolerable que un Gnomo sea obligado a vivir a la intemperie.

3. Todo Gnomo tiene derecho a formar una familia (que será inseparable). Por tanto, por cada Gnomo deberá haber otro del sexo opuesto y, al menos, una cría de Gnomo por cada 2 parejas.

4. Los gnomos deberán ser dados de alta en la Seguridad Social.

5. Los gnomos tienen libertad total de Creencia, reunión, asociación, prensa y expresión.

6. Todo Gnomo tiene derecho a buscar la Felicidad.

7. Ningún Gnomo será discriminado por razones de sexo, religión, ideales políticos o inclinación sexual.

8. Todo Gnomo tiene derecho a denunciar las condiciones laborales en que se encuentre.

9. Todo Gnomo tiene derecho a un sueldo digno, a hacer huelga, a una semana de prueba en sus puestos de trabajo y a una semana de vacaciones al año.

10. Bajo ningún concepto estará permitido que un animal doméstico marque su territorio sobre estos seres.

viernes, 19 de junio de 2009

Egosintonía y egodistonía


Egosintonía y egodistonía: relaciones con la terapia narrativa

Renato Zambrano

¿egosintonía?


Algo que me generó bastante inquietud hace algún tiempo fue el asunto de la egosintonía, y sobre todo la egosintonía en relación con la interpretación y la construcción de significados en la consulta, es una aproximación hermenéutica del quehacer práctico.
La egosintonía es la ausencia de malestar en el sujeto con las acciones que realiza y pensamientos que tiene, así como de sus emociones. Más allá de la ausencia de malestar, también se entiende como bienestar con las características personales.
Este es un concepto poco empleado y que podría comenzar a resultarle caro a la psicología (como tantos otros. i. e. conducta, personalidad, conciencia) puesto que se podría confundir con otros como insigth, conciencia de enfermedad, etc., pero es importante tomarlo separado puesto que este aborda un sentido más amplio; se puede entender como bienestar mental. Bienestar mental implica sentirse bien, ya sea que se posean elementos que atenten contra la propia salud física o no.

En la clínica psicológica existen muchos motivos de consulta que se adecuan a esta característica, mucha de la psicopatología es egosintónica (ej: anorexia, algunos trastornos de personalidad). Más allá de la discusión por los modelos psicopatológicos (Manrique, 1994), muchas de las alteraciones tienen esta característica. Por las propias características de la psicopatología presente en estas personas, los motivos de consulta son de otras (personas) y es allí donde surge mi incógnita, ¿qué hacer en esos casos?
La primera respuesta a la que se da lugar es evaluar a la persona para corroborar si existe el malestar, es decir, mantener una actitud de escucha pasiva para determinar si es válida la afirmación de la persona que consultó por el paciente. Como muchas veces sucede (principalmente en niños) los motivos de consulta son más de los acompañantes que del propio paciente, por lo que no es necesario realizar una intervención. ¿Pero qué pasa en los casos en donde la apreciación del acompañante es cierta?
Son casos en los que el paciente no se siente mal con la presencia de características que generan malestar en las demás personas, y que muchas veces hasta atentan contra su propia vida. Encontramos muchas personas así en cárceles y reclusorios. En estos casos la egosintonía es evidente y también es evidente la necesidad de una intervención psicológica, ¿qué hacer?
Se entiende normalmente que uno de los principales elementos en la consulta es la voluntariedad del paciente, y por ello cualquier acción, tanto la permanencia como el trabajo que realice es un acto totalmente voluntario. Si se parte de la idea que el trabajo en terapia es motivado por el deseo del sujeto de disminuir o acabar su malestar subjetivo, cualquier intento de intervención en este caso es un despropósito. Entonces, ¿realizar una intervención en estos casos se convierte en una opción ética? ¿Se respeta el deseo de la persona? Obviamente no se respeta el deseo de la persona, pero no por ello deja de ser una opción válida éticamente puesto que se intenta mejorar las condiciones de vida de la persona.
El mejorar las condiciones de vida de la persona depende de varios factores, uno de ellos es el bienestar, otro factor es que exista una baja cantidad de factores de riesgo para la calidad de vida y esos factores de riesgo están dados por poca alimentación, poco ejercicio (es decir, sedentarismo), relaciones interpersonales inestables, relaciones hostiles, ansiedad, etc.
Si se tiene en cuenta que no solo está el factor del bienestar sino el de los factores de riesgo entonces ahora si tiene validez y total justificación una intervención psicoterapéutica.
Pero entonces ¿cómo se enlaza esto con la hermenéutica?, acá es donde se pone en juego la concepción de hermenéutica que se tenga, puesto que de ello depende la justificación de si se es hermeneuta en la intervención psicoterapéutica.
Me restrinjo entonces a caracterizar la hermenéutica como lo hace Gonçalves (2002), lo concibe como la naturaleza del conocimiento. Dice que “la construcción simbólica de la realidad corresponde a un proceso de significación que funciona a través de la imposición de procesos hermenéuticos” (Gonçalves, 2002). Es así como los procesos hermenéuticos son la base para un proceso psicoterapéutico pues es un proceso de intercambio de conocimientos. La hermenéutica constituye una matriz existencial que lleva a la posibilidad de construir significados diversos, de construir y de vivir en un multiverso (Ruiz, 1997).

Multiverso


La construcción de significados es un trabajo que no implica necesariamente la voluntariedad del otro. Por ser un proceso existencial depende de la experiencia que se genere en el espacio terapéutico y es por ello que justifica una intervención psicoterapéutica en los casos que se presente egosintonía.
¿Cómo sería entonces ello?

Tal como Gonçalves (2002) propone, se puede realizar un modelo de intervención cognitivo narrativo sustentado en principios hermenéuticos, sin embargo especifica que ese modelo no sería recomendable para casos que presenten comorbilidad con los trastornos de personalidad ni con los trastornos afectivos bipolares; es por ello también que esta es una propuesta, basada en el modelo de Gonçalves, ya que no existen intentos de modelos de intervención, ni pautas para hacerlo.
Es un proceso que consta de 2 fases:
- Crear egodistonía.
- Trabajo terapéutico propiamente dicho.

Crear egodistonía: es un proceso para generar malestar en el paciente. Se crea malestar para luego con la segunda fase buscar de nuevo bienestar. El bienestar en estos casos, se evidencia en la persona cuando no está presente la intolerancia a las incertidumbres (Ladoucer y colaboradores, 2002), cuando tiene percepción de alta orientación frente a los problemas y cuando no tiene mal funcionamiento psicosocial. Como dije antes, es necesario tener en cuenta los factores de riesgo para este tipo de intervención, pues es con estos como se instaurará el malestar.
Debido a que se corre el riesgo de instaurar en el paciente los propios prejuicios del terapeuta, es importante tener en cuenta que el proceso de terapia es un proceso de diálogo activo, entonces no se intentaría que el paciente asuma ideas impuestas por el terapeuta, si no de que el paciente cree sus propias concepciones.

Inicialmente entonces, es importante y necesario que se generen ejercicios de autoobservación (Guidano, 1994) (la labor de objetivación según Gonçalves), en los que se realiza un proceso de experimentación de las diferentes realidades. Es un proceso en el que se intenta, mediante el recuerdo, encontrar un fluir de la experiencia e identificar sensorialmente lo que sucede, sin mediar explicaciones, y en el momento que aparezcan el terapeuta cortar la explicación para centrarse en lo experiencial (por ejemplo, la última discusión que tuvo).
Cuando la persona ya haya identificado las emociones alrededor de la experiencia se procede entonces a preguntarle acerca de la explicación que tiene acerca de porqué sucedieron las cosas. Luego de ello se aborda de manera que se aparezcan otras explicaciones al mismo evento. Es en esta parte en donde hay que tener más cuidado pues es acá donde el terapeuta enfatizará o no en situaciones que puedan ser más adaptativas y en contemplar posibles contingencias de las acciones que se pudieran realizar.
El malestar comienza a generarse cuando la persona se da cuenta que ante las acciones que realiza existen consecuencias que le generan dificultades y que podría realizar otras que serían más adaptativas y que no le generarían tantas dificultades en su vida diaria.
Esto allana el camino para poder realizar lo que normalmente sería la terapia, pero en estos casos sería la segunda parte de esta.
Trabajo terapéutico propiamente dicho: ya en esta segunda parte se intenta incentivar mucho más la autoobservación y trabajar específicamente en el malestar subjetivo del paciente, ya en este punto depende más del enfoque específico del terapeuta como de los objetivos planteados, pero es importante contemplar constantemente la propuesta de Alexis Vélez, de un constante diálogo en la terapia.
La pregunta más obvia a esto sería, ¿Se trata de generar un malestar que antes no tenía el paciente para después quitarlo? Y la respuesta a ello sería que sí. Pero es cambiar el tipo de bienestar que tiene la persona, por uno más adaptativo.

Bibliografía

Botella, L., Feixas, G. (1998). La Psicología de los Constructos Personales. En: Teoría de los Constructos Personales. Barcelona: Editorial Alertes.

Gonçalves, O. (2002). Psicoterapia cognitiva narrativa: Manual de terapia breve. Bilbao: Desclée de Brouwer.

Guidano, V. (1994). El sí mismo en proceso. Madrid: Paidós.

Ladoucer, R., Dugas, M., Freeston, M., Léger, E., Gagnon, F. & Thibodeau, N. (2000). Eficacia de un Tratamiento Cognitivo Conductual para el Trastorno de Ansiedad Generalizada: Evaluación en un experimento clínico controlado. Journal of Consulting and Clinical Psychology. 68(6), 957–964.

Manrique, R. (1994). La Psicoterapia Como Conversación Crítica. Madrid: Ed. Profhufi.

Ruiz, A. (1997). Las contribuciones de Humberto Maturana a las ciencias de la complejidad y a la psicología. Santiago: Inteco. Obtenido el día 4 de abril de 2006 desde http://inteco.cl/articulos/005/texto_esp.htm

Ruiz, A. (2004). La Narrativa en la Terapia Cognitiva Post-Racionalista. Santiago: Inteco. Obtenido el día 05 de junio de 2006 desde http://www.inteco.cl/articulos/002/texto_esp.htm

Vélez, A. (Sin año). De camino al habla en el consultorio filosófico.

sábado, 13 de junio de 2009

Eric Lewis

Muy buena música!!!

Eric Lewis (1973), un pianista de jazz impresionante que realiza en este concierto que les pongo a continuación unas versiones excelentes de varios grupos conocidos de rock, es un gran ejemplo de lo que es ser un artista, creo que trasciende el papel del pianista clásico, es una persona que siente el piano.
Lo que me ha producido este man es un convencimiento mayor de que las cosas se deben hacer con pasión, sino se hacen así no vale la pena.
Este tipo muestra la esencia del rock.

La primera canción empieza en el minuto 16.

La lista es la siguiente:
minuto 16. The Killers - Mr Brightside (genial como le quedó)
minuto 22. The Knife - Heartbeats (Miren cómo empieza)
minuto 37. Evanescence - Going Under (tipo tan teso, miren cómo juega con el piano... literalmente)
minuto 44. Yellowcards - Lights & Sounds (empata con la canción anterior)
minuto 48. Medicine man (No entendí bien...la verdad...)
minuto 51. Breaking Benjamin - Diary of Jane (Se lució)




Acá tenemos una de Coldplay, genial




Y una super ñapa

Smells Like Teen Spirit



Espero que hayan disfrutado este gran artista o que por lo menos les alegrara un poco el día como lo hizo conmigo.

Nos vemos.